1.- La vida palestina de los últimos cien años puede resumirse en tres palabras: ocupación, resistencia y volver a casa. Esto es verdad, no sólo en relación con lo militar-político-económico, sino también con las mentes, el conocimiento y la comida. La última ocupación que hemos experimentado desde los tratados de Oslo en 1993 es la de nuestro futuro por los bancos. Gandhi escribió en 1901 que “la deportación de por vida no es suficiente expiación por el pecado de la civilización europea en India”. Yo nací bajo la ocupación militar británica, y desde 1967 he estado viviendo bajo la ocupación militar de Israel.
En 1970 me di cuenta de una ocupación más profunda y peligrosa (pero menos visible): la de nuestras mentes, significados, percepciones y conocimiento. Empecé por las matemáticas y la ciencia. Después me percaté de la ocupación en lo religioso: el cristianismo de la tribu europea tomaba el lugar del de la tribu palestina. Cuando los británicos ocuparon Palestina a finales de 1917, una de las primeras cosas que propagaron fue la educación oficial centralizada.
2.- No puedo pensar en alguna idea a lo largo de la historia que haya triunfado tanto como la educación oficial (según fue concebida y articulada por Nebrija hace 500 años). La idea central básica en este esquema (y él se lo dijo francamente a Isabel en España luego de que Colón navegó hacia el Oeste), que ella no sería capaz de controlar tierras lejanas si no controlaba las mentes de su gente, reemplazando la lengua materna con la lengua oficial, y el lenguaje de los libros de texto, en los que los significados eran decididos con autoridad. En otras palabras, la educación oficial es, en esencia, un medio para controlar mentes, mediante el control del lenguaje, cuyos significados no derivan de la vida, sino de los libros diseñados por aquéllos con poder. Nebrija fue un genio criminal.
Cuando estudié matemáticas, seguí como estudiante lo que me dictaron, sin preguntar y sin saber por qué. Cuando enseñé matemáticas, seguí lo que me dictaron sin preguntar y sin saber por qué. En ambos casos era un esclavo: hacía lo que me dictaban. Esto para mí es la semilla de la esclavitud, donde creo que está la raíz de mucha corrupción de la vida en los tiempos modernos.
Esclavizar gente ha sido parte de casi todas las civilizaciones, como un medio para controlarla. Sin embargo, la civilización europea ha sido la primera que, al educarnos, nos hace sentir orgullosos de estar esclavizados. Gracias a los que siguen instrucciones sin cuestionar y sin saber por qué, los alumnos inteligentes y listos pueden continuar su educación en universidades y luego se les ofrece trabajo. El problema no es el aprendizaje rotativo, sino reemplazar el lenguaje vivo por uno artificial.
3.- Alan Bishop era un profesor de geometría de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra. Estaba interesado en la percepción que la gente tenía del espacio en diferentes culturas. Uno de los lugares que visitó fue el centro de Australia, con los aborígenes. Le preguntó al hombre con quien se quedaba: “Si dejaras tu hogar, empezaras a caminar en el desierto y te perdieras, ¿qué harías?” El hombre dijo: “Me voy a casa”. Alan repitió su pregunta, pensando que el hombre no había entendido. El hombre respondió de nuevo que se iría a casa. Entonces, Alan se dio cuenta, que “estar perdido” tiene distintos significados: para un hombre moderno estar extraviado significa que se está perdido, que no sabe cómo continuar, no cómo no volver de donde él vino. Nosotros, como indígenas, crecimos en un lugar, y la memoria colectiva tiene suerte porque cuando nos sentimos estancados en el laberinto del mundo de los consumidores, podemos regresar y conectarnos de nuevo con nuestras maneras de vivir que están más en armonía con la sabiduría y el buen vivir.
4.- Colón y Cortés no murieron. Sus descendientes continuaron su trabajo, subyugando gente y aniquilando civilizaciones. Una región en la que están enfocados hoy es en la nuestra. Se refieren a ella como el “Medio Oriente”.
5.- Mucha gente en Medio Oriente está retornando a casa de varias maneras. Una de las formas es en relación con el aprendizaje, el conocimiento y la acción social. Un medio es mujaawarah (de aprendizaje y acción social). Un mujaawarah es un grupo de personas que decide reunirse periódicamente en torno a alguna preocupación común o un problema en que estén interesados. Es una formación básica que no necesita permiso de ninguna autoridad ni presupuesto y no hay ninguna autoridad dentro del grupo o afuera. Esto es, básicamente, lo que muchos estamos haciendo en Palestina, Jordania, Líbano y Egipto. Un aspecto distintivo de mujaawarah es que se lleva a cabo en un lugar, ambiente y contexto particular… Mujaawarah es principalmente estar reinventando de manera activa lo cotidiano, mediante la creación de una nueva formación social que no separe pensar, expresar, hacer y actividades culturales de la organización y el gobierno de sus vidas… Algo que caracteriza la situación en Palestina (probablemente como en muchos otros lugares) es una alianza “natural” entre aquéllos que trabajan en cuestiones culturales y aquéllos que están más oprimidos.
6.- Muchas palabras e ideas que brotan de la tribu europea tienen una propuesta que nos distrae de lo que es básico y fundamental: la educación oficial obnubila nuestro conocimiento útil y de aprendizajes de vida, la presión sobre los derechos nos distrae de vivir con dignidad y esperanza y de lo que podemos hacer por nosotros mismos, la investigación nos aleja de lo que estamos buscando para nuestras vidas. Un sufi árabe dijo hace unos 700 años: “Tú eres lo que estás buscando”. Ése era el espíritu de la primera universidad árabe que fue construida en Bagdad hace 1 200 años: La casa de la sabiduría. Investigación es necesitar aclarar o preguntarse qué es lo que la persona está buscando.
7.- Probablemente en el mundo actual (donde la mayoría vive vidas vacías) la búsqueda de sentido es de suma importancia. Una convicción que he tenido desde 1972 es que cualquier persona es coautora de significados y comprensión. Esto es una habilidad biológica, una responsabilidad y un derecho básico (ignorado por la Declaración Universal de los Derechos humanos). Percibir a cada persona como coautora de significados de las palabras que usa es la base de la propia libertad, autonomía, dignidad; esencia básica para tejer tela comunitaria en la sociedad.
8.- Un factor básico en esclavizar gente es calificarlos conforme a una medida vertical (que se refiere a la evaluación). Afortunadamente, en la cultura árabe tenemos una manera diferente de apreciar la fuente del valor de una persona. Fue escrito por el Imam Alí hace 1 400 años: “El valor de una persona es lo que él/ella yuhsen”. Yuhsen en árabe tiene muchos significados; juntos, forman el valor de una persona: lo que la persona hace bien, y es hermoso, útil, dadivoso y respetuoso. Esto significa que el valor individual no proviene de una institución o de un comité, sino de la vocación interna y de la relación personal con quien está alrededor.
9.- Lo que está pasando en Palestina y lo que se describe como la Primavera Árabe (los movimientos dirigidos por jóvenes árabes) están en sincronía con el grito mexicano: “Nos han quitado tanto, que hasta el miedo nos quitaron”. ¡Basta es basta! ¡Basta!
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