Virtualidad, escritura frente a la pantalla
Foro
La nueva Voz de la tribu y la desmaterialización de la página – Jean Robert
Libertad fatal – Alain Finkielkraut
El alfabetismo informático y el sueño cibernético – Iván Illich
La edición digital: un asunto de interés público – Carlos Francisco Gallardo Sánchez
Google, el mal y la utopía – Naief Yehya
Visiones
El cómic: una forma de hacer Historia – Entrevista a José Luis Pescador
Mar Gasca Madrigal: habitante permanente del otoño – Voz de la tribu
Voces de la comunidad
La Sibila del Rhin – Alejandra Atala
Gracias por compartir – Rocío Mejía
Descifrando el código – Lucio Ávila
Miscelánea
Agua lustral – Víctor Manuel Camposeco
Exilio – Héctor Julián Coronado Cervantes
Escucho el interior de ciertas casas vacías – Kenia Cano
Desdoblamientos especulares de un doble viaje arquetípico – Marcela del Río
Huellas
Atlas de las culturas de los pueblos de Morelos – Rodolfo Candelas
NÚMERO 13
La vida material tiene un ciclo. Y la modernidad parece decirnos que la única alternativa es la virtualidad. Esta transición –de lo físico a lo intangible– se ha revelado como un paso natural e incluso necesario. ¿Pero qué de cierto tiene dicha aseveración? Si la tecnología alguna vez fue pensada como un espejo del presente, esta correlación se ha roto y no se sabe con precisión qué refleja ahora. Internet es una hidra con cabezas impredecibles. En palabras del filósofo surcoreano Byung-Chul Han –cuya experiencia de cultivar un jardín secreto le permitió percatarse de la alteridad de la tierra, que conlleva colores, olores, sensaciones–: “lo digital no pesa, no huele, no opone resistencia, pasas un dedo y ya está… Es la abolición de la realidad”.
Dada la crisis por la que atraviesan varias universidades del país, crisis que ha repercutido directamente en los presupuestos para proyectos culturales, más que por la necesidad de buscar un rostro moderno, Voz de la tribuse ve obligada a emigrar al universo del clic. Si estás leyendo esto significa que has decidido seguirnos, lo cual te agradecemos. Para entender este proceso que involucra sin duda mucho más que algoritmos en una computadora, concentramos en el número trece –un número cabalístico que, por cierto, marca cambios profundos– un repaso crítico de las implicaciones de la palabra sobre la pantalla tras el despojo del libro o, dicho de otra manera, la desencarnación de la página, en su acepción tradicional. En Foro, Jean Robert nos lleva de la mano a conocer las mutaciones del alfabeto, repasando los tipos de lecturas que también han ido modificándose a partir de estas manifestaciones históricas; con la traducción de Pedro Bonnin, publicamos una conferencia del filósofo Alain Finkielkraut, que diserta sobre Internet y las supuestas libertadesque brinda a los usuarios; Iván Illich se sumergió en una grieta finísima y desveló, aun antes de la llegada de la web y las redes sociales, las consecuencias intelectuales de las personas en interacción con las herramientas tecnológicas, y el texto suyo que hallarás en este número lo ilustra de modo puntual; en un terreno más propositivo, Carlos Gallardo analiza las posibilidades de la edición digital como camino para democratizar el acceso a la información y a los libros, y, finalmente, Naief Yehya profundiza en el origen del buscador cibernético más usado de toda la red, Google, para darnos luz sobre los aspectos lóbregos de dicha empresa.
En Visiones, encontrarás las pinturas y dibujos de José Luis Pescador, quien busca registrar la historia de nuestro país a través de los cómics; y conocerás una parte de la obra de Mar Gasca Madrigal, cuyas inquietudes en el arte plástico la han conducido por una expedición hacia las formas ínfimas de la naturaleza.
Así pues, lector, confiamos en que esta etapa de la revista del PUECC reafirme que, ante la desaparición del soporte físico, persisten ante todo las ideas y son éstas las que validan su existencia y continuidad. ❧