“El deshabitado está vacío, lo deshabitó el mal y en ese vacío respondió Dios. En las víctimas, en los que no se dejan, en los que dicen: ¡no, no aceptamos! ¿Por qué? Por un solo principio. Porque nos amamos. Porque el amor es el fundamento de la existencia”, declaró recientemente Javier Sicilia en una de las presentaciones de su novela, El deshabitado, la cual representa un testimonio de dolor insondable y la culminación de su trayectoria en el género novelístico. Conocí a Javier Sicilia en un taller de creación literaria al que acudíamos mayoritariamente escritores aficionados. Se realizaba en casa...