La narradora y poeta Eliana Albala llegó hace décadas a Cuernavaca sin saber que, con el tiempo, sus letras y sus clases marcarían a varias generaciones de escritores y lectores. Hace unas semanas volvió a su tierra natal, Chile, un retorno que es destino. Pero nos deja la inteligencia, la amistad, la luz de su poesía: ese faro. Estos cuatro poemas forman parte de De temas tan triviales como el tiempo y la muerte (Lengua de diablo, 2017). ¿Cómo se llama la muerte? Aún no sabemos el verdadero nombre de la muerte. Tal vez se llama ese...