Luego de la Segunda Guerra Mundial, en Alemania se intentaron suprimir algunas palabras que habían sido utilizadas principalmente por el nazismo. Paul Celan erradicó esto a través de su poesía, resguardando el lenguaje “prohibido” en los versos y salvándolo de la desaparición. El horror que enfrentamos en la actualidad, si bien es distinto –aunque no menor–, tiene efectos similares. La palabra se debilita ante nuestra mirada y cada vez pierde sentido, ya no es suficiente para describir la realidad. Sin embargo, lo que nos demuestra Celan es que la poesía puede representar ese último refugio de todo aquello que se...