Por Diana Reséndiz García y Documentación del MAIC
El Museo de Arte Indígena Contemporáneo (MAIC) alberga obras de 12 etnias de México: rarámuri, yoreme, yaqui, purépecha, huichol, mazahua, otomí o ñañu, nahua, mixteca, tzotzil, zeltal y zapoteca, además de un espacio dedicado a la comunidad cultural de Mata Ortiz y otro más a los pueblos de Morelos. La Universidad Autónoma del Estado de Morelos es la depositaria para su resguardo, preservación, investigación y exposición.
Al paso del tiempo los eventos se acumulan en una rápida escalada que impide a la memoria registrar la fugacidad con que se fueron dando. Éste es el recuento del primer año de la entidad cultural que abrió sus puertas en nuestra ciudad, para dar a conocer una ínfima parte del patrimonio étnico de nuestro país con ejemplos de sus manifestaciones. En el lapso de un ciclo alrededor del sol, el Museo de Arte Indígena Contemporáneo (MAIC) se ha distinguido y posicionado como un referente cultural, un enlace con las creaciones contemporáneas de algunas de las etnias que conforman el mosaico étnico del país, guiando al visitante, al recorrer las salas, en el conocimiento de su concepción sobre la naturaleza, la dualidad presente en ésta, los ciclos que la rigen y en consecuencia, que rigen la vida del hombre y los ritos que la acompañan, para terminar con la muerte y su renovación, traducida en una continuidad de la tradición artesanal de las comunidades.
Enlazando a la comunidad local y de otros municipios a través de las distintas actividades culturales, el MAIC ha enriquecido la cartelera de la ciudad, mostrando la obra de artistas que han dado relevancia a la temática indígena en sus expresiones plásticas, y mediante la vívida presencia de miembros de distintas comunidades indígenas, quienes dieron muestra de su palabra escrita, de la tradición oral y la oralidad de sus tradiciones, como sucedió durante el Concurso de Oratoria “Voz de mi tierra”, en náhuatl y mixteco; asimismo, a través de sus creaciones artesanales en las que integran una cosmovisión ancestral, como los textiles de las tejedoras amuzgas de Cozoyoapan.
La conmemoración de fechas de trascendencia para las comunidades indígenas se anexó a las actividades del MAIC. El Día de Muertos dio pauta para que se diera a conocer a la comunidad la Leyenda del santo oficio, sobre el personaje histórico don Martín José Verdugo de la Rocha y su función como juez eclesiástico y comisario del santo oficio. Para recibir el tiempo del ciclo de preparación agrícola, durante el equinoccio de primavera se programó la visita a la zona arqueológica de Xochicalco; ahí, especialistas en el área de astronomía arqueológica acompañaron al público convocado, en un recorrido explicativo sobre la relación entre los astros y las edificaciones.
Como centro cultural, han colaborado con el museo artistas de renombre, como el poeta Dionicio Morales o el escultor Víctor Hugo Núñez. Los conciertos, las presentaciones de libros, las muestras pictóricas y fotográficas, el teatro y la música fueron partícipes también; fortalecieron la vida cultural de la entidad. Los talleres de escultura en barro, joyería, cartonería, grabado, acuarela, óleo, dibujo, fotografía, dorado y estofado, serigrafía, encuadernación, patrimonio cultural y la elaboración de los tradicionales cuexcomates han tenido una contundente respuesta por parte de la comunidad.
El proyecto de crecimiento está vigente. Durante la celebración del primer aniversario la presencia de los maestros artesanos se desplegó con la misma diversidad que las ramas artesanales: los textiles de Hueyapan, las lacas de Olinalá, la cestería de Tlamacazapa, la cerámica de Patamban, la talla en madera de Ahuehuepan y la alfarería polícroma de Izúcar de Matamoros, con artífices representativos de estos quehaceres artesanales, nos acompañaron para mostrar y compartir con el público su conocimiento generacional. De igual forma, para conmemorar el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el museo fue sede de una serie de conferencias y mesas redondas en las que se abordaron temas relacionados con el resguardo de las áreas sagradas naturales, la actividad artesanal en las cooperativas bajo esquemas sustentables y la visión sincrética del mundo indígena contemporáneo.
Todos los días los esfuerzos y las actividades se encaminan a mejorar nuestra función primordial como baluarte de la cultura de los pueblos originarios, de las manifestaciones artísticas que se generan día a día en las nuevas generaciones de artesanos, quienes, influenciados por un mundo en el que la homogeneidad se impone, se destacan por preservar lo que les ha dado de siempre su identidad. ❧
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