Huellas

Para leer en libertad

Durante una semana, la máxima casa de estudios morelense fue refugio de libros, autores y lectores en el marco de la primera edición de la Feria del libro UAEM, una iniciativa que reunió a diversas propuestas editoriales, literarias y expresiones artísticas de todo el país. Este proyecto, que pretende expandirse en años próximos, constituyó uno de los más valiosos esfuerzos recientes por fomentar la cultura del libro en el estado.


“CONTRA LA PERSPECTIVA DINOSÁURICA de que ‘estamos viviendo el fin de los tiempos, la novela no existe’ y esas tonterías que a veces dicen los que no escriben novelas, los que no leen novelas, yo pienso que está todo por escribirse, que las posibilidades infinitas de la palabra escrita no sólo no están acotadas ni terminadas, sino que también están ahí para que alguien con talento llegue, les dé un revolcón y produzca material apasionante. No hay año en mi vida en el que no haya descubierto dos o tres obras maestras”, dijo Paco Ignacio Taibo II en entrevista para la radio universitaria, al preguntarle qué tan limitado es el margen de innovación para los nuevos autores después de tantos años de literatura y tantas historias contadas. Él es un amante de la lectura y escribe. Quizás ésa sea una de las razones por las que, de la mano de Paloma Saiz, promotora cultural, organizan y llevan a diferentes latitudes la Feria del Libro “Para leer en libertad”, que se realizó en la UAEM del 2 al 6 de mayo de 2016, en la explanada del edificio principal de la máxima casa de estudios morelense, gracias a la iniciativa del Patronato Universitario, el cual trabajó de la mano junto con otras dependencias de la universidad para lograr dicha actividad.

La Brigada “Para leer en libertad” es una asociación civil que no sólo organiza actividades que van desde pequeños tianguis hasta ferias del libro de talla internacional, sino que también realizan recolecciones de libros donados para incrementar acervos de bibliotecas, obsequian ejemplares (más de un millón en seis años), publican y en su página www.brigadaparaleerenlibertad.com brindan la posibilidad de descargar textos de manera gratuita. Es toda una fiesta que reúne a artistas, escritores, promotores culturales y periodistas, pero, sobre todo, lectores.

Javier Sicilia, Secretario de Comunicación de la UAEM y líder del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad (MPJD), declaró durante la inauguración de la feria estar encantado con la lucha de poner el libro en la calle, donde pertenece. “Yo quisiera ahondar sobre lo que han dicho mis predecesores, citando a Octavio Paz, que decía: ‘Cuando el lenguaje se corrompe, las sociedades se pierden y se prostituyen’, es decir, cuando los significados ya no son, tenemos, no esta barbarie, porque la barbarie tenía cierto grado de cultura, sino el salvajismo con el que estamos viviendo, la muerte, la violencia, que es mudez pura; es el rostro de la crisis de los significados tiene que ver con la crisis de la lectura, por eso es importante la labor que hacen las Brigadas ‘Para leer en libertad’. (…) La lectura es parte del pensamiento crítico. Sin ella estamos en la barbarie, sin el libro estamos en el horror, las fosas de Tetelcingo, al silencio cómplice de las autoridades a la degradación del lenguaje, al uso mentiroso de la palabra… No hay que llevar el libro a los nichos de los colegios monásticos o a las bibliotecas de las universidades. Hay que llevarlo y sostenerlo, hacerlo presente en la vida cotidiana. Si no lo hacemos así, no nos preguntemos por qué la mudez. Volvamos al libro y mantengámoslo vivo”, concluyó.

Presentación de Voz de la tribu 7: Tejiendo voces por la casa común. Fotografía de Lilia Villegas

“Me está gustando mucho esta inauguración, está fuera de los cánones de los agradecimientos y se está volviendo lo que tiene que ser toda inauguración de feria del libro debe ser. Un buen mitin, caray”, fueron las palabras con las que inició su breve discurso Paco Ignacio Taibo II, y continuó:

Bertolt Brecht en uno de sus días más afortunados como poeta en pleno ascenso del nazismo se preguntaba qué vamos a hacer en los tiempos oscuros y se respondía: “Vamos a seguir contando estos tiempos oscuros”, y miren que éstos que estamos viviendo lo son de verdad. Tenemos frente a nosotros a los cuatro jinetes del Apocalipsis, nomás que no saben que son jinetes ni saben que es el Apocalipsis, porque forman parte de una narcoburguesía que hoy nos gobierna semianalfabeta, y están desatados. Donde quiera que tocan destruyen; donde miran, deshacen. Tienen el toque de Midas invertido: lo que tocan lo hacen caca. Tienen esta lógica perversa del avance de un neoliberalismo gangsteril que nos priva de todo, que avanza sobre las universidades con la vocación de reducir al máximo los presupuestos universitarios, aumentar el número de estudiantes que no pueden acceder a la educación media y superior. Que avanza sobre la salud tratando de reducir la cobertura de los mexicanos. Que avanza sobre los profesores de primaria, a quienes deberían besarles los pies, maldita sea, por trabajar en las condiciones en las que lo hacen, creándoles una normativa autoritaria, represiva, con un plan de educación que de educativo no tiene nada –es de control, de sometimiento–. Que avanza quitándonos las playas. Que intentan promover una ley para privatizar el sagrado derecho del agua. Todo ello con una lógica pervertida, autoritaria. “Reprime, luego existes”, parece ser la regla de un gobierno que debería tener en Los Pinos un letrero en la entrada que diga: “Uca, uca, el que lo encuentra se lo emboruca”, que daría sentido a la “Casa Blanca” del actual gobernante de México, cuyo nombre ignoro, como él ignora los libros que ha leído.

En tiempos oscuros, más que nunca, la lucha por la palabra no es sólo digna, sino también absolutamente necesaria. Necesitamos mexicanos críticos, que lean, que piensen, que encuentren opciones al ruido mediático que cae sobre nosotros y que no cuenta, desinforma. Leyendo nos hemos aproximado a la verdad de lo sucedido en Ayotzinapa. Sobre esos 43 muchachos que deberían estar sentados hoy con nosotros, leyendo felices, peroque han sido desaparecidos por la mafia de la estructura del sistema.

(…) Lean todo lo que les prohiban, lean todo lo que les haga volar la imaginación, que les obligue a recolocar el trabajo neuronal, que les ayude a construir una visión crítica del México con el que estamos viviendo. Los tiempos oscuros no son eternos. Veremos el final de éste, pero lo veremos en la medida en que podamos construir una sociedad organizada, crítica, pensante, que construye conciencia. El libro en ese sentido juega en primera división. ¡Vivan las ferias del libro!

A la Feria del libro de la UAEM “Para leer en libertad” asistieron más de 5 000 personas. Hubo 70 stands donde 40 editoriales pusieron a disposición libros de diversos géneros, entre los cuales se encontraban los de la Dirección de Comunicación Intercultural y los de la Dirección de Publicaciones de investigación de la universidad. Se obsequiaron 1 200 ejemplares y se vendieron poco más de 2 000 títulos. Más de 33 autores llevaron a cabo 16 presentaciones de libros; cuatro charlas a cargo de Paco Ignacio Taibo II, Eduardo del Río (Rius), Gerardo Porcayo, Fabrizio Mejía Madrid y José Reveles. Se realizó el concurso fotográfico Lectores UAEM, con la participación de 10 facultades y escuelas. También se llevaron a cabo dinámicas como el “Tendedero poético”, con piezas de entusiastas por la literatura; el Turibús que llevó a sus pasajeros a conocer el campus y la exposición El Séptimo Arte en Papel del Archivo General de la Nación, una muestra de los carteles del cine mexicano. Al finalizar las actividades librescas de cada día se realizaron conciertos con grupos morelenses, como Kamikaze Beat Band, Chronos, Valsian, Los Pápalos, La Bolonchona y Señor Atómico.

Los medios universitarios dieron amplia cobertura a la feria con la misión de llevar a su audiencia pormenores de las actividades, entrevistas y conciertos en vivo. Radio UAEM dedicó 37 horas de sus transmisiones. Por su parte, estudiantes de licenciatura en Informática y académicos del programa de comunicación UNI-TV, televisión por Internet que emite la Escuela de estudios superiores del Jicarero, hicieron lo propio.

Es importante mencionar el apoyo de la Dirección de Mantenimiento y Conservación, la Dirección de Tecnologías de la Información y Comunicación, la Dirección de Servicios Generales, la Dirección de Protección y Asistencia, así como del Centro de Educación Integral y Multimodal, a través de la Coordinación de Formación Humanística, que colaboró en la organización de esta feria y presentó diversas actividades de danza, teatro, performance, música y lecturas.

El Patronato Universitario fue el artífice de la realización de la Feria del Libro UAEM “Para Leer en libertad”; su director, Mario Caballero, declaró que “ésta es sólo la semilla. El año próximo haremos una feria mucho más grande, en el Zócalo de Cuernavaca y en la universidad”.

Según el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y El Caribe, CERLALC-UNESCO, y su Encuesta Nacional de Lectura y Escritura, los mexicanos leen más. La cifra de 2.94 libros en 2014 aumentó, y en 2015 se publicó que se leen 5.3 libros al año. La institución internacional asegura que México ocupa el segundo lugar en América Latina. Para la medición se consideran variables como sexo, edad, nivel de escolaridad propio, de los padres, de los abuelos, ingreso familiar, nivel socioeconómico y equipamiento de los hogares, la ubicación regional y tipo de comunidad en la que se habita; qué asocia el lector con la lectura, cómo se valora, qué lugar ocupa en sus actividades diarias, así como factores que pueden incidir en ella como el estímulo desde la niñez. También se toman en consideración algunas limitantes para la lectura, según los propios entrevistados, o si existen libros en casa y biblioteca personal. Otro factor es el analfabetismo, que actualmente es de 5.5% de la población nacional mayor de 15 años, así como quiénes, cuántos y qué leen.

5.3 libros al año no son suficientes.


FE DE ERRATA

En el número seis de Voz de la tribu, dedicado a la Literatura, el lugar de la palabra, Alij Anaya colaboró en la sección “Huellas” con un texto titulado “Límites y posibilidades del Congreso de los Pueblos de Morelos” (p. 90). El primer párrafo de dicho artículo contó con una modificación que no fue autorizada por el autor y que cambia el sentido de sus palabras. Por tanto, nos disculpamos con él y con los lectores; enseguida compartimos el fragmento original: “Esa mañana de abril, la historia y la impaciencia se apropiaron del intento más reciente por articular las luchas de los pueblos en defensa del territorio y de la vida. La dificultad de escuchar y las ganas desmedidas de hablar, además del azoro y lo complejo que de por sí ha sido siempre estar juntxs y construir, organizarnos y transformar, se amontonaron el miércoles 22 de abril en el auditorio Emiliano Zapata de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, al norte de Cuernavaca”.

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